ANDÍA ADROHER, LAIA con No me prometas la luna
Irene y Felipe llegaron a mí sin esperarlo y aprendí mucho con ellos. A superarse, a luchar, a reponerse y sobre todo a amar. Aprendí que la familia que se escoge puede darte mucho y que el valor de la amistad es fundamental, que hay personas que estarán ahi pase lo que pase y se preocuparan por ti porque realmente les importa. Me encantó vivir con ellos, pero más me gustará compartirlos y que los conozcáis porque para mí significan algo muy especial.Irene tiene 26 años y hace un año que pasó una desgracia amorosa que no se la desea a nadie pero que le hace pensar que no va a levantar cabeza nunca. No quiere saber nada del sexo opuesto e incluso teme que va a tener pánico a que la vuelvan a tocar. Felipe es un hombre de negocios, que no pierde el tiempo y que no dedica más de 2 horas de sus pensamientos a la misma mujer, aunque sin embargo lleva días pensando en Irene, a priori solo como su próximo polvo en mente. Sus caminos se han cruzado anteriormente, pero hasta que no coincidan en la boda de Gonzalo y Claudia no sabrán que están más cerca que lejos…¿Va a ser capaz Irene de abrirse a él? ¿Va a conseguir él empatizar con ella?